lunes, 24 de abril de 2017


EL JUEGO COMO ARTICULADOR


Briglia, Julieta (Lic. en Terapia Ocupacional); Fuertes, Laura (Lic. Kinesióloga fisiatra); Nowotny, Alexia (Psiquiatra Infanto-juvenil); Rodríguez, Lorena (Lic. en Psicopedagogía). 

Centro de Salud y Acción comunitaria Nº 9. Hospital Argerich

Palabras claves: Juego articulador - sala de espera – centro de salud – trabajo vincular

Introducción

El Centro de Salud y Acción Comunitaria N°9 (CESAC 9) está ubicado en Irala 1254, barrio de La Boca y depende del Área Programática del Hospital Argerich. Las actividades que se desarrollan desde el primer nivel de atención se organizan en programas interdisciplinarios, que permiten la evaluación, asistencia y/o seguimiento de familias y colectivos del barrio; así como también espacios disciplinarios. El abordaje intersectorial y territorial resultan imprescindibles para “el cuidado integral de la salud de la población del Área Programática del Centro de Salud, teniendo en cuenta tanto los lineamientos de la Ley Básica de Salud y la concepción y estrategias de Salud del Equipo Interdisciplinario, como las valoraciones y expectativas de la población respecto a su propia salud y a la Institución”1.

La perspectiva de la promoción de la salud, implica una agenda basada en los determinantes de la salud, y en las condiciones de ejercicio de poder2. Es por ello que desde los espacios de intervención en sala de espera, apostamos a un acercamiento a las problemáticas sociales complejas desde la promoción del ejercicio de la ciudadanía3 de las familias que habitan el barrio.

Asimismo, el trabajo preventivo-promocional realizado desde este efector de salud, favorece el acceso a otros dominios sociales y culturales. Por ello se trabaja con recursos como la lectura, el juego, las actividades artísticas, entre otras, que abren posibilidades para la invención, la estética y el acceso y uso de algunos bienes culturales.

El objetivo del presente trabajo es describir el espacio abierto de juego que funciona en la sala de espera del CeSAC N°9 los días viernes por la mañana, donde asisten niños de diferentes edades.

El barrio de La Boca

El barrio se encuentra atravesando un proceso de “gentrificación”4, es decir, una reconversión de la configuración social con el fin de cambiar su perfil y atraer a pobladores de alto poder adquisitivo, provocando la expulsión y desplazamiento de sus históricos habitantes (por encarecimiento de viviendas, servicios públicos, alimentos, etc.) Este proceso trae consecuencias violentas –desalojos compulsivos, conflictos sociales - incertidumbre, y precariedad habitacional.

Aproximadamente el 20% de la población en el barrio tiene las necesidades básicas insatisfechas y son elevados los índices de morbi-mortalidad. Esta población se caracteriza además por tener un bajo nivel de escolaridad, precarización del empleo, subocupación o desempleo y condiciones ambientales deficientes -inadecuado acceso a bienes y servicios, contaminación ambiental, plagas, déficit de cloacas y agua corriente5.

Específicamente basándonos en la población infantil, en la Ciudad de Buenos Aires: tres de cada diez niños/as pobres de entre 3 y 4 años, no van al Jardín y uno de cada cuatro niños/as menores de 4 años de edad carece de cobertura de salud –sea privada o por Obra Social-, mientras que en el caso de niños/as pobres dicho número asciende a seis de cada diez6.

Desarrollo

El juego y el desarrollo en la niñez

El juego es una actividad fundamental para el desarrollo del niño/a y un elemento esencial en su socialización7. Es además un reflejo de la vida interior del niño, originando gozo, placer, satisfacción consigo mismo8. El juego contiene por sí solo todas las posibilidades de transición entre la imaginación creadora y el hacer constructivo9 creando un tiempo y un espacio de libertad.

Su práctica contribuye al desarrollo social y afectivo de la personalidad y fomenta la adquisición de actitudes, valores y normas, a la vez que es el medio ideal para la adquisición de habilidades corporales, como son la percepción auditiva, la orientación espacial, la percepción de formas espaciales, la expresión corporal, la motricidad fina, etc.

Sin duda, la conducta motriz integra elementos cognitivos, afectivos y motorices, y nos muestra al niño al desnudo, tal como es, desplegando sus extraordinarias potencialidades de perfección, las que paulatinamente actualizará a través del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que el juego actúa como instrumento y fin.

El juego motor será el principal medio para alcanzar los logros motores, ya que en él se concilian acción, pensamiento y lenguaje10, acción, símbolo y regla11 e integración. Porque el juego permite construir de manera integral funciones tan importantes como el tono, el equilibrio, la lateralidad y las conductas perceptivo-motrices, a la vez que conocer y adaptarse al medio físico y social.

…Un lugar para articular, crear y recrear, para dejar volar la imaginación…

Desde hace unos años el espacio de juego en sala de espera es un lugar privilegiado para chicos y grandes, valorado y respetado.

En sus comienzos, se disponía la sala de espera con pequeñas mesas y sillas ordenadas con diferentes ofertas de juegos y juguetes. El rincón de la cocina por un lado, los autitos y la herramientas por otro, los ladrillitos de construcción y los juegos reglados. Disfraces, calzado y bijouterie estaban al alcance de todo aquel que quisiera por un ratito ser princesa o súper héroe.

Los días viernes, un equipo interdisciplinario de profesionales del CeSAC, convocaba a jugar a todo aquel que quisiera, algunos mientras esperaban ser atendidos y otros, que habían descubierto ese mundo y sólo venían a jugar por jugar.

La espera era más corta y la actitud ante la consulta era más favorecedora. Los niños podían volver a jugar mientras los pediatras ultimaban las indicaciones de las consultas con las familias. Las mamás podían acceder a su turno programado y plantear todas sus inquietudes con la tranquilidad de que sus niños jugaban en aquel lugar.

Con el transcurrir del tiempo, se fueron generando  cambios en el espacio de juego.

Hoy, podemos enumerar diferentes aspectos que se han ganado en estos años.

-El trabajo con los padres: se los convoca a jugar con sus hijos. Hombres y mujeres pueden intercambiar momentos de juego con sus niños.  A veces profundizando dicha experiencia y en otras ocasiones, acompañándolos a descubrir ese nuevo mundo. Permitir y permitirse jugar con juguetes que se vinculan culturalmente más con el sexo opuesto.

Asesorar y orientar sobre la crianza, desarrollo, alimentación, lenguaje, asesoramiento escolar, favorecer el acceso a la salud.

Detección de situaciones problemáticas que ameritan una consulta con el especialista o abren la oportunidad de abordarlas en ese momento.

-Jugar con pares: algunos niños tienen la oportunidad de compartir con otros niños un espacio recreativo en la sala de espera. Generalmente no asisten a instituciones escolares. Otros, inauguran nuevos encuentros con pares.

Aquí se favorece el intercambio, la comunicación oral y el lenguaje corporal, la espera, el compartir, el cooperar.

-Incorporación de adolescentes: Se contactó con una Escuela Pública de la zona, para la apertura de un espacio donde puedan concurrir alumnos de 4° año, a fin de realizar un proceso de pasantía. Los alumnos que están interesados se inscriben y por grupos de 6/7 adolescentes van pasando por dicha experiencia.

Este proceso consta de aproximadamente 6 encuentros, 3 teóricos (donde se trabajan los conceptos de salud, promoción, prevención, derecho, juego, entre otros) y 3 prácticos donde los mismos adolescentes son los que co-coordinan el espacio de juego con la supervisión de un profesional de planta del CeSAC.

En esta experiencia puede observarse como este grupo etario, poco a poco va apropiándose del espacio y transitando por el centro de salud como su lugar de pertenencia. Ellos mismos terminan siendo promotores de salud, replicando experiencias por los diferentes lugares por donde transitan.

Solicitan asesoramiento, turnos, controles, participan en charlas informativas, etc.

Al final del curso se les extiende un certificado de concurrencia avalado por las Instituciones Salud y Educación.

-Espacio físico: se continúa conservando aquel lugar pequeño de la sala de espera pero con la particularidad de que actualmente, aparte de las mesitas, se ha incorporado un espacio con colchonetas.

Este lugar es facilitador para el juego de mamás y sus bebés,  como así también por niños más grandes que desean jugar, como un lugar que permite el despliegue corporal.

-Articulación con otros espacios/programas del CeSAC: Año tras año se organiza alguna  jornada de intercambio entre Juegoteca y el Programa de Adultos Mayores.

Generalmente suele ser para el día del niño o para el día del derecho al juego.

Las abuelas preparan en sus talleres de los días lunes pequeños regalitos para los niños, participan de la construcción de juegos junto con los niños del barrio el día del festejo, comparten una película y la merienda, entre otras cosas.

Se genera un clima cálido, comparten experiencias de su infancia, relatan su paso por la escuela y muchas veces, sus experiencias como abuelas de sus propios nietos.

Otro programa que también articula con el de Juego, es la entrega de leche (Programa Materno-Infantil).

En el mismo día y horarios se realiza  la apertura de estos dos espacios. De esta manera, los mismos beneficiarios de la entrega de la leche pueden participar del juego.

Los profesionales que coordinan ambos espacios pueden trabajar conjuntamente. Siendo no sólo la entrega de leche en sí misma, sino también habilitando el trabajo con la familia, el acercamiento, asesorando, brindando información, etc.

Escenas y lecturas del juego en sala de espera

En el contexto donde estamos insertas, podemos leer y percibir las situaciones interdisciplinariamente. Es nuestra intención compartir algunas escenas que acontecen en el espacio de juego en sala de espera.
Los niños suelen llegar a la sala de espera en compañía de sus padres, y en ocasiones de hermanos. Muchas veces el espacio se convierte por sorpresa en un lugar de encuentro con compañeros del colegio, vecinos y amigos del barrio.

Algunos llegan por primera vez, observan a la distancia con curiosidad, consultan a sus padres, se acercan despacito. Otros chicos ya conocen el lugar y lo toman inmediatamente, desaparece el contexto sala de espera: los turnos, el fastidio de esperar, el apuro de los padres. Es así como entran –entramos- en una nueva dimensión de juego: el espacio y el tiempo parecen transformarse por un rato.

Muchas veces los padres se quedan cerca, otras los invitamos a acercarse o sus hijos los invitan a jugar, les acercan los juguetes, les piden que les lean un libro.  Otras veces las ocupaciones y obligaciones que tienen los padres se convierten en obstáculos para que puedan compartir momentos recreativos con sus hijos, ayudando este espacio de juego a habilitar ese tiempo de espera para la atención como un momento de disfrute para compartir. En algunos casos, los padres consideran que no es relevante participar de instantes de juego y entonces se puede intervenir y trabajar con esa situación en acto.

Se juegan carreras de autos, algún chico prepara la comidita para todos, o se arma una competencia de aviones de rasti. Entre juego y juego, se comparte. Los niños y las niñas van aprendiendo a encontrarse entre ellos y surgen conflictos, enojos que se pueden pensar entre todos y proponer soluciones. También surgen besos y abrazos de encuentro con algún vecino, amigo del barrio  o compañero de escuela. El espacio se transforma ahora en un encuentro de amigos.

La charla acompaña al juego, el relato se hace presente de inmediato, la forma de hablar es algunas veces difícil de entender para los demás, algún hermano ayuda, el grupo presta atención a lo que se dice. El niño insiste, y en este esfuerzo de todos, las palabras van tomando forma.

Los más grandes cuidan de los más chiquitos que circulan por el espacio, los hermanos mayores atentos a los pequeños. Mientras, todos jugamos.

Reflexiones finales. Un lugar donde ser niños

Consideramos que el juego es esencial para la construcción de la subjetividad del/a niño/a. De tal modo, el juego es participar, vincularse, expresarse, crear y deshacer, transformar y transformarse12. Como profesionales de la salud, hacemos énfasis en la función articuladora del juego. Como promotor de la salud, es pensado como medio y como fin, apostando a la participación de las familias en la comunidad, la promoción de su ciudadanía, el desarrollo integral infantil, y la detección precoz de signos de alarma y distintas situaciones problemáticas, posibilitando, en caso de ser necesaria, la interconsulta oportuna. Apostamos a la oferta de un espacio y un tiempo donde articular recursos, tejer una trama vincular, consultar y compartir experiencias, transformando la espera pasiva de un turno en una participación activa de la población que asiste al CeSAC.

En este otro espacio-tiempo que se constituye en la sala de espera, se permite experimentar, explorar, crear, intervenir en un espacio que es público, pero que puede permitir cierta apropiación. Se inventa un tiempo para un trabajo con otros, pares y adultos, donde se constata la propia existencia13y se permite el acceso a bienes culturales. A veces surgen comentarios, dudas, se barajan explicaciones, hipótesis, se abren consultas, preguntas que permiten desarmar algunos modos habituales de lidiar con algunas situaciones cotidianas. Por esto, lo que allí surge no debe ni puede ser respondido por la coordinación, sino que, desde una función de enlace, debemos facilitar el vínculo con otros recursos –del barrio, de experiencias de las mamás que participan, etc.- posibilitando situaciones de intersubjetividad.

Asumir los desafíos ético-políticos que se nos presentan cotidianamente haría posible “no sólo resistir sino también inventar, desde potencias deseantes, formas cada vez más libres de amar, de trabajar, de estar, de pensar14.



Referencias Bibliográficas:

1-     CeSAC N° 9. Un equipo de salud, un barrio, una historia. Cuadernillo Institucional 2015

2-     Restrepo H. Conceptos y definiciones. En: Restrepo H, Málaga H. Promoción de la salud: Cómo construir vida saludable. Bogotá: Editorial Médica Panamericana, 2001. p 28-32.

3-     Carman M. Janoschka, M. Presentación del dossier. Ciudades en disputa: Estudios urbanos críticos sobre conflictos y resistencias. En: QUID 16 Revista del Área de Estudios Urbanos Instituto de Investigaciones Gino Germani, 2014, no. 4, p 1-7.

4-     Salinas Arreortua L. Gentrificación en la ciudad latinoamericana. El caso de Buenos Aires y Ciudad de México. En: GeoGraphos. [En línea]. febrero 2013, vol. 4, no. 44, p. 283- 307. [ISSN: 2173-1276] [DL: A 371-2013] [DOI: 10.14198/GEOGRA2013.4.44].

5-     Dirección General de Organización, Métodos y Estadística. Subsecretaría de Sistemas de Información G.C.B.A. Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, 2011. Y según relevamientos realizados por Cesac n°9.

6-     Ministerio Público Tutelar y CELS, Infantilización del déficit habitacional: una temática invisible: informe de actualización, 1ra. Ed., Ciudad de Buenos Aires, Eudeba, 2013, p. 21.

7-     Zúgaro R. Guía para la enseñanza de las danzas folklóricas en la escuela primaria. En: La Obra, 1992. p 32

8-     Froebel F. La educación del hombre. Madrid. Ed. del Jorro. 1913. P 29.

9-     Piaget J. La formación del símbolo en el niño. México: Fondo de Cultura Económica. 1986

10-  Bruner J. El desarrollo del niño. Madrid. Morata. 1979

11-  Piaget J. La Naissance de l´intelligence chez l´enfant. Neuchâtel: Delachaux et Niestlé. 1936

12-  Decreto N° 1436/05 CABA

13-  Percia M. Una subjetividad que se inventa. Lugar Editorial. 1994

14-  Fernández A. Desigualados. Diario Página 12 Jueves 24 de diciembre de 2009 Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-137532-2009-12-24.html





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