EL JUEGO COMO ARTICULADOR
Briglia, Julieta (Lic. en Terapia Ocupacional); Fuertes, Laura (Lic.
Kinesióloga fisiatra); Nowotny, Alexia (Psiquiatra Infanto-juvenil); Rodríguez,
Lorena (Lic. en Psicopedagogía).
Centro de Salud y Acción comunitaria Nº 9. Hospital Argerich
Palabras claves: Juego articulador -
sala de espera – centro de salud – trabajo vincular
Introducción
El Centro de Salud y Acción Comunitaria N°9 (CESAC
9) está ubicado en Irala 1254, barrio de La Boca y depende del Área
Programática del Hospital Argerich. Las actividades que se desarrollan desde el primer nivel
de atención se organizan en programas interdisciplinarios, que permiten la
evaluación, asistencia y/o seguimiento de familias y colectivos del barrio; así
como también espacios disciplinarios. El abordaje intersectorial y territorial
resultan imprescindibles para “el cuidado integral de la salud de la población
del Área Programática del Centro de Salud, teniendo en cuenta tanto los
lineamientos de la Ley Básica de Salud y la concepción y estrategias de Salud
del Equipo Interdisciplinario, como las valoraciones y expectativas de la
población respecto a su propia salud y a la Institución”1.
La perspectiva de la promoción
de la salud, implica una agenda basada en los determinantes de la salud, y en
las condiciones de ejercicio de poder2. Es por ello que desde los
espacios de intervención en sala de espera, apostamos a un acercamiento a las
problemáticas sociales complejas desde la promoción del ejercicio de la
ciudadanía3 de las familias que habitan el barrio.
Asimismo, el trabajo
preventivo-promocional realizado desde este efector de salud, favorece el
acceso a otros dominios sociales y culturales. Por ello se trabaja con recursos
como la lectura, el juego, las actividades artísticas, entre otras, que abren
posibilidades para la invención, la estética y el acceso y uso de algunos
bienes culturales.
El
objetivo del presente trabajo es describir el espacio abierto de juego que
funciona en la sala de espera del CeSAC N°9 los días viernes por la mañana,
donde asisten niños de diferentes edades.
El barrio de La Boca
El
barrio se encuentra atravesando un proceso de “gentrificación”4, es
decir, una reconversión de la configuración social con el fin de cambiar su
perfil y atraer a pobladores de alto poder adquisitivo, provocando la expulsión
y desplazamiento de sus históricos habitantes (por encarecimiento de viviendas,
servicios públicos, alimentos, etc.) Este proceso trae consecuencias violentas
–desalojos compulsivos, conflictos sociales - incertidumbre, y precariedad
habitacional.
Aproximadamente
el 20% de la población en el barrio tiene las necesidades básicas insatisfechas
y son elevados los índices de morbi-mortalidad. Esta población se caracteriza
además por tener un bajo nivel de escolaridad, precarización del empleo,
subocupación o desempleo y condiciones ambientales deficientes -inadecuado
acceso a bienes y servicios, contaminación ambiental, plagas, déficit de
cloacas y agua corriente5.
Específicamente
basándonos en la población infantil, en la Ciudad de Buenos Aires: tres de cada
diez niños/as pobres de entre 3 y 4 años, no van al Jardín y uno de cada cuatro
niños/as menores de 4 años de edad carece de cobertura de salud –sea privada o
por Obra Social-, mientras que en el caso de niños/as pobres dicho número
asciende a seis de cada diez6.
Desarrollo
El juego y el desarrollo en la niñez
El juego es una
actividad fundamental para el desarrollo del niño/a y un elemento esencial en
su socialización7. Es además un reflejo de la vida interior del
niño, originando gozo, placer, satisfacción consigo mismo8. El juego
contiene por sí solo todas las posibilidades de transición entre la imaginación
creadora y el hacer constructivo9 creando un tiempo y un espacio de
libertad.
Su práctica
contribuye al desarrollo social y afectivo de la personalidad y fomenta la
adquisición de actitudes, valores y normas, a la vez que es el medio ideal para
la adquisición de habilidades corporales, como son la percepción auditiva, la
orientación espacial, la percepción de formas espaciales, la expresión corporal,
la motricidad fina, etc.
Sin duda, la
conducta motriz integra elementos cognitivos, afectivos y motorices, y nos
muestra al niño al desnudo, tal como es, desplegando sus extraordinarias
potencialidades de perfección, las que paulatinamente actualizará a través del
proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que el juego actúa como instrumento y
fin.
El juego motor será el principal medio para alcanzar los logros
motores, ya que en él se concilian acción, pensamiento y lenguaje10,
acción, símbolo y regla11 e integración. Porque el juego permite
construir de manera integral funciones tan importantes como el tono, el
equilibrio, la lateralidad y las conductas perceptivo-motrices, a la vez que
conocer y adaptarse al medio físico y social.
…Un
lugar para articular, crear y recrear, para dejar volar la imaginación…
Desde hace unos años el espacio de juego en sala de
espera es un lugar privilegiado para chicos y grandes, valorado y respetado.
En sus comienzos, se disponía la sala de espera con
pequeñas mesas y sillas ordenadas con diferentes ofertas de juegos y juguetes.
El rincón de la cocina por un lado, los autitos y la herramientas por otro, los
ladrillitos de construcción y los juegos reglados. Disfraces, calzado y
bijouterie estaban al alcance de todo aquel que quisiera por un ratito ser
princesa o súper héroe.
Los días viernes, un equipo interdisciplinario de
profesionales del CeSAC, convocaba a jugar a todo aquel que quisiera, algunos
mientras esperaban ser atendidos y otros, que habían descubierto ese mundo y sólo
venían a jugar por jugar.
La espera era más corta y la actitud ante la consulta era
más favorecedora. Los niños podían volver a jugar mientras los pediatras
ultimaban las indicaciones de las consultas con las familias. Las mamás podían
acceder a su turno programado y plantear todas sus inquietudes con la
tranquilidad de que sus niños jugaban en aquel lugar.
Con el transcurrir del tiempo, se fueron generando cambios en el espacio de juego.
Hoy, podemos enumerar diferentes aspectos que se han
ganado en estos años.
-El trabajo con los padres:
se los convoca a jugar con sus hijos. Hombres y mujeres pueden intercambiar
momentos de juego con sus niños. A veces
profundizando dicha experiencia y en otras ocasiones, acompañándolos a descubrir
ese nuevo mundo. Permitir y permitirse jugar con juguetes que se vinculan
culturalmente más con el sexo opuesto.
Asesorar y orientar sobre la crianza, desarrollo,
alimentación, lenguaje, asesoramiento escolar, favorecer el acceso a la salud.
Detección de situaciones problemáticas que ameritan una
consulta con el especialista o abren la oportunidad de abordarlas en ese
momento.
-Jugar con pares: algunos niños tienen la
oportunidad de compartir con otros niños un espacio recreativo en la sala de
espera. Generalmente no asisten a instituciones escolares. Otros, inauguran
nuevos encuentros con pares.
Aquí se favorece el intercambio, la comunicación oral y
el lenguaje corporal, la espera, el compartir, el cooperar.
-Incorporación de adolescentes: Se contactó con
una Escuela Pública de la zona, para la apertura de un espacio donde puedan
concurrir alumnos de 4° año, a fin de realizar un proceso de pasantía. Los
alumnos que están interesados se inscriben y por grupos de 6/7 adolescentes van
pasando por dicha experiencia.
Este proceso consta de aproximadamente 6 encuentros, 3
teóricos (donde se trabajan los conceptos de salud, promoción, prevención,
derecho, juego, entre otros) y 3 prácticos donde los mismos adolescentes son
los que co-coordinan el espacio de juego con la supervisión de un profesional
de planta del CeSAC.
En esta experiencia puede observarse como este grupo etario,
poco a poco va apropiándose del espacio y transitando por el centro de salud
como su lugar de pertenencia. Ellos mismos terminan siendo promotores de salud,
replicando experiencias por los diferentes lugares por donde transitan.
Solicitan asesoramiento, turnos, controles, participan en
charlas informativas, etc.
Al final del curso se les extiende un certificado de
concurrencia avalado por las Instituciones Salud y Educación.
-Espacio físico: se continúa conservando aquel
lugar pequeño de la sala de espera pero con la particularidad de que
actualmente, aparte de las mesitas, se ha incorporado un espacio con
colchonetas.
Este lugar es facilitador para el juego de mamás y sus
bebés, como así también por niños más
grandes que desean jugar, como un lugar que permite el despliegue corporal.
-Articulación con otros espacios/programas del CeSAC:
Año tras año se organiza alguna jornada
de intercambio entre Juegoteca y el Programa de Adultos Mayores.
Generalmente suele ser para el día del niño o para el día
del derecho al juego.
Las abuelas preparan en sus talleres de los días lunes
pequeños regalitos para los niños, participan de la construcción de juegos
junto con los niños del barrio el día del festejo, comparten una película y la
merienda, entre otras cosas.
Se genera un clima cálido, comparten experiencias de su
infancia, relatan su paso por la escuela y muchas veces, sus experiencias como
abuelas de sus propios nietos.
Otro programa que también articula con el de Juego, es la
entrega de leche (Programa Materno-Infantil).
En el mismo día y horarios se realiza la apertura de estos dos espacios. De esta
manera, los mismos beneficiarios de la entrega de la leche pueden participar
del juego.
Los profesionales que
coordinan ambos espacios pueden trabajar conjuntamente. Siendo no sólo la
entrega de leche en sí misma, sino también habilitando el trabajo con la
familia, el acercamiento, asesorando, brindando información, etc.
Escenas y lecturas del juego en sala
de espera
En el contexto donde estamos
insertas, podemos leer y percibir las situaciones interdisciplinariamente. Es
nuestra intención compartir algunas escenas que acontecen en el espacio de
juego en sala de espera.
Los niños suelen llegar a la sala de espera en compañía
de sus padres, y en ocasiones de hermanos. Muchas veces el espacio se convierte
por sorpresa en un lugar de encuentro con compañeros del colegio, vecinos y
amigos del barrio.
Algunos
llegan por primera vez, observan a la distancia con curiosidad, consultan a sus
padres, se acercan despacito. Otros chicos ya conocen el lugar y lo toman
inmediatamente, desaparece el contexto sala de espera: los turnos, el fastidio
de esperar, el apuro de los padres. Es así como entran –entramos- en una nueva
dimensión de juego: el espacio y el tiempo parecen transformarse por un rato.
Muchas
veces los padres se quedan cerca, otras los invitamos a acercarse o sus hijos
los invitan a jugar, les acercan los juguetes, les piden que les lean un
libro. Otras veces las ocupaciones y
obligaciones que tienen los padres se convierten en obstáculos para que puedan
compartir momentos recreativos con sus hijos, ayudando este espacio de juego a
habilitar ese tiempo de espera para la atención como un momento de disfrute
para compartir. En algunos casos, los padres consideran que no es
relevante participar de instantes de juego y entonces se puede intervenir y
trabajar con esa situación en acto.
Se
juegan carreras de autos, algún chico prepara la comidita para todos, o se arma
una competencia de aviones de rasti. Entre juego y juego, se comparte. Los
niños y las niñas van aprendiendo a encontrarse entre ellos y surgen
conflictos, enojos que se pueden pensar entre todos y proponer soluciones. También
surgen besos y abrazos de encuentro con algún vecino, amigo del barrio o compañero de escuela. El espacio se
transforma ahora en un encuentro de amigos.
La
charla acompaña al juego, el relato se hace presente de inmediato, la forma de
hablar es algunas veces difícil de entender para los demás, algún hermano
ayuda, el grupo presta atención a lo que se dice. El niño insiste, y en este
esfuerzo de todos, las palabras van tomando forma.
Los
más grandes cuidan de los más chiquitos que circulan por el espacio, los
hermanos mayores atentos a los pequeños. Mientras, todos jugamos.
Reflexiones finales. Un
lugar donde ser niños
Consideramos que el juego es esencial para la
construcción de la subjetividad del/a niño/a. De tal modo, el juego es
participar, vincularse, expresarse, crear y deshacer, transformar y
transformarse12. Como profesionales de la salud, hacemos énfasis en
la función articuladora del juego. Como promotor de la salud, es pensado como
medio y como fin, apostando a la participación de las familias en la comunidad,
la promoción de su ciudadanía, el desarrollo integral infantil, y la detección
precoz de signos de alarma y distintas situaciones problemáticas,
posibilitando, en caso de ser necesaria, la interconsulta oportuna. Apostamos a
la oferta de un espacio y un tiempo donde articular recursos, tejer una trama
vincular, consultar y compartir experiencias, transformando la espera pasiva de
un turno en una participación activa de la población que asiste al CeSAC.
En este otro espacio-tiempo que se constituye en la sala
de espera, se permite experimentar, explorar, crear, intervenir en un espacio
que es público, pero que puede permitir cierta apropiación. Se inventa un
tiempo para un trabajo con otros, pares y adultos, donde se constata la propia
existencia13y se permite el acceso a bienes culturales. A veces
surgen comentarios, dudas, se barajan explicaciones, hipótesis, se abren
consultas, preguntas que permiten desarmar algunos modos habituales de
lidiar con algunas situaciones cotidianas. Por esto, lo que allí surge no debe
ni puede ser respondido por la coordinación, sino que, desde una función de
enlace, debemos facilitar el vínculo con otros recursos –del barrio, de
experiencias de las mamás que participan, etc.- posibilitando situaciones de intersubjetividad.
Asumir los desafíos
ético-políticos que se nos presentan cotidianamente haría posible “no sólo resistir sino también inventar,
desde potencias deseantes, formas cada vez más libres de amar, de trabajar, de
estar, de pensar”14.
Referencias
Bibliográficas:
1- CeSAC N° 9. Un equipo de salud, un barrio, una historia. Cuadernillo
Institucional 2015
2- Restrepo H.
Conceptos y definiciones. En: Restrepo H, Málaga H. Promoción de la salud: Cómo
construir vida saludable. Bogotá: Editorial Médica Panamericana, 2001. p 28-32.
3- Carman M.
Janoschka, M. Presentación del dossier. Ciudades en disputa: Estudios urbanos
críticos sobre conflictos y resistencias. En: QUID 16 Revista del Área de
Estudios Urbanos Instituto de Investigaciones Gino Germani, 2014, no. 4, p 1-7.
4- Salinas
Arreortua L. Gentrificación en la ciudad latinoamericana. El caso de Buenos
Aires y Ciudad de México. En: GeoGraphos. [En línea]. febrero 2013, vol. 4, no.
44, p. 283- 307. [ISSN: 2173-1276] [DL: A 371-2013] [DOI: 10.14198/GEOGRA2013.4.44].
5- Dirección General
de Organización, Métodos y Estadística. Subsecretaría de Sistemas de
Información G.C.B.A. Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, 2011. Y
según relevamientos realizados por Cesac n°9.
6- Ministerio
Público Tutelar y CELS, Infantilización
del déficit habitacional: una temática invisible: informe de actualización,
1ra. Ed., Ciudad de Buenos Aires, Eudeba, 2013, p. 21.
7-
Zúgaro R. Guía para la enseñanza de las danzas
folklóricas en la escuela primaria. En: La Obra, 1992. p 32
8-
Froebel F. La educación del hombre. Madrid. Ed.
del Jorro. 1913. P 29.
9-
Piaget J. La formación del símbolo en el niño. México:
Fondo de Cultura Económica. 1986
10- Bruner J. El desarrollo del
niño. Madrid. Morata. 1979
11-
Piaget J. La Naissance de l´intelligence chez
l´enfant. Neuchâtel: Delachaux et Niestlé. 1936
12- Decreto N° 1436/05
CABA
13-
Percia M. Una
subjetividad que se inventa. Lugar Editorial. 1994
14-
Fernández
A. Desigualados. Diario Página 12 Jueves 24 de diciembre de
2009 Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-137532-2009-12-24.html
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