Autores:
Lic. Marisa Snaidman. Psicopedagoga
Lic. Carlina Montrasi. Trabajadora Social
Lic. Marisa Snaidman. Psicopedagoga
Lic. Carlina Montrasi. Trabajadora Social
Proyecto desarrollado en el CeSAC Nº14
Área Programática del Hospital Piñero. GCBA.
Desarrollo de la experiencia
Facilitar la posibilidad de jugar es brindar salud. La Juegoteca en la Sala de Espera del CeSaC 14 es un espacio pensado y construido para cumplir este objetivo. Hace diez años aproximadamente, desde esta institución pública, se lleva a cabo esta práctica instituyente que busca el acercamiento de la comunidad al disfrute del juego.
La juegoteca presenta un encuadre rígido e inamovible, en cuanto a su constancia y permanencia, pero tiene un carácter dinámico dado a que su construcción se va produciendo en cada encuentro.
El equipo que la conduce y coordina está integrado por profesionales de diferentes campos de formación dentro del ámbito de salud y desde su creación, en 1999, ha ido variando a través del tiempo, al igual que la población que acude a la misma.
Cada encuentro es repensado, analizado y discutido. La Juegoteca como dispositivo es constantemente monitoreado, lo que contribuye a su flexibilidad y dinamismo permitiendo, además de la articulación de concepciones teóricas con la práctica.
Desde el comienzos, se ha buscado que la comunidad se apropie de este espacio, que entienda a la institución pública integrándola al ejercicio de sus derechos, promoviendo un rol activo, protagonista y buscando crear verdadero compromiso.
Acercar el juego a la comunidad es una tarea tan gratificante como dificultosa. Tanto las características de la población, que frecuentan el centro de salud, como el contexto histórico social, hacen necesario un replanteo constante de cómo llevar adelante el proyecto, sostenerla y poder alcanzar los objetivos propuestos.
La modalidad que se ha elegido y que da identidad a la juegoteca en la sala de espera se enmarca en el juego libre: “jugar por jugar”, ofreciendo para ello una variedad de juegos reglados y la posibilidad de relacionarse con ellos de la manera en que los niños, y en muchas oportunidades los adultos, lo necesiten.
Así, juego y salud confluyen en un tiempo y espacio determinado, un tiempo y espacio público y comunitario que existe y se recrea con la demanda que se va generando en cada encuentro.
Hasta aquí, se considera que a través de todo este tiempo de existencia de la Juegoteca, con mayor o menor dificultad, se han cumplido los objetivos propuestos. La Juegoteca en la Sala de Espera es un espacio instalado tanto en la institución como en la comunidad. Aproximadamente cuarenta y cinco niños, acompañados por adultos, acuden cada vez, demandan juegos determinados, el material es cuidado, los profesionales son consultados y el proyecto tiene su reconocimiento tanto dentro como fuera de la institución. En este contexto se puede decir que “Juego y Salud van de la mano”, como lo enuncia el Programa “Juegotecas en Salud” donde está integrado este proyecto.
Hoy quienes llevan a cabo La Juegoteca, tras un análisis de todo este tiempo trabajado, de logros y no logros, de la realidad social de la comunidad y la institución, han visualizado la necesidad de plantear un nuevo objetivo.
Los niños deben jugar en la casa, en la escuela, en las plazas y en todo lugar posible. En algunos casos, detectamos que la existencia de la Juegoteca en Sala de Espera provocó la delegación del juego desde la casa hacia el Centro de Salud, como una función más que deberían cubrir las instituciones del Estado. Esto es un efecto “no deseado”, y consideramos que tenemos la oportunidad de poder revertir este concepto mediante el nuevo proyecto “Jugar en Casa”.
Se quiere reafirmar el rol de los padres y la familia en la educación de sus niños, y al llevar el juego a las casas queda claro el mensaje, colocando a la actividad lúdica dentro de los hogares, donde siempre debería estar presente.
Seguir construyendo este proyecto habilita esta posibilidad de que la Juegoteca en la Sala de Espera se proponga en esta etapa facilitar y promover el hábito del juego “en casa y con la familia”. El desafío es lograr que pueda desarrollarse un hábito saludable en el ámbito de la vida cotidiana familiar.
A partir de Enero del 2009 , comenzamos con el préstamo de juegos y libros a los hogares. Para promocionar esta nueva actividad colocamos carteles en la entrada del centro de Salud y en el interior. Eso fue suficiente para que se conozca y reconozca su existencia.
Si bien, esta modalidad “ambulante” surge nuevamente por la dificultad de jugar en el Centro de Salud” , vemos cómo paulatinamente cobra valor propio. Por los relatos de las familias participantes notamos que la presencia de un juego nuevo en la casa moviliza a toda la familia. Convoca a Juntarse, compartir momentos agradables entre los diversos miembros de la familia y amigos.
El dispositivo va generando los siguientes mensajes: “Jugar vale al pena” “Jugar nos hace bien”, “Los adultos también pueden jugar”. Esta modalidad conduce a la implicación del adulto, desde el momento en que para llevar un juego deben venir a solicitarlo personalmente. Observamos que, en general, es la madre la que concurre, y, en algunos casos, algún padre o abuelo.
El momento de dar el juego es una ocasión de conocer a la familia, ver quién puede liderar el juego y transmitirlo al resto de la familia. La entrega del material se convierte en un encuentro vivencial, dado que la manera de “mostrar” el juego es jugando con los que han concurrido a solicitar el juego. No se trata de una explicación teórica, sino eminentemente lúdica, jugando el o los profesionales intervinientes con el adulto y niño o niños presentes.
Es función de los profesionales además agregar información acerca de los beneficios del jugar, y de las características particulares de ese juego, en lo que respecta a las funciones intelectuales y socio afectivas que moviliza. Esto se hace en un lenguaje accesible y claro, acentuando siempre la importancia de que el juego es para jugar y divertirse.
Objetivo general
Transmitir el valor del juego reglado para le vida social, afectiva e intelectual.
Objetivos específicos
Facilitar el acceso a los juegos reglados
Acompañar la demanda y el interés de cada familia en esta propuesta
Comunicar el valor social cultural de jugar en casa
Recursos
Se realiza a través del préstamo de juegos reglados y libros, disponiendo de los materiales con que ya contaba La Juegoteca, y lo mismo sucede con el recurso humano, que son los profesionales que hasta ahora la coordinaban.
Rol del coordinador
Es importante que quien entregue el juego sea un profesional relacionado al área de lo Social y/o de la salud mental. Ese breve encuentro que se produce con la familia tiene un algo valor diagnóstico y terapéutico. Es frecuente que las personas que vienen en forma reiterada comienzan a relatar aspectos de su vida, comentan problemas familiares, de vivienda, o de trabajo. También consultan sobre la posibilidad de solicitar algún tratamiento en caso de ser necesario.
La escucha o visión especializada se pondrá en práctica desde el momento de recibir a la familia, captar los roles, características de cada uno y del grupo familiar que concurre.
Es necesario para los coordinadores conocer la amplia variedad de juegos existentes y haberlos experimentado para poder ofrecerlos y jugarlos en ese breve encuentro. Bien sabemos que no podemos ofrecer lo que no poseemos o no conocemos, por eso es necesario sostener reuniones de equipo con tiempo dedicado al juego. También los integrantes del equipo pueden llevar juegos a sus hogares para jugar con sus familiares o amigos, del mismo modo que le proponemos a la comunidad que asistimos.
Evaluación
Cada vez que una familia se lleva un juego a su casa, esto es registrado en un libro de préstamos y al mismo tiempo en la historia clínica del solicitante. Se requiere tener historia clínica abierta en el Centro de salud, sin importar en qué especialidad se atienda.
Cuando lo devuelve se le pregunta acerca de lo sucedido con la presencia de ese material en el hogar, indagando quiénes jugaron, cuánto tiempo le dedicaron, si vinieron visitas exclusivamente a jugar y lo que vaya surgiendo del relato de los que hayan venido a traer el juego
La implementación de esta propuesta y su evaluación serán objeto diagnóstico, al igual que el análisis del proceso que va desde los comienzos de la juegoteca en la sala de espera hasta hoy, para realizar una posterior investigación de carácter participativo, que permita conocer si realmente se ha instalado la práctica del juego como hábito saludable en esta comunidad.
Se buscará conocer si la existencia de la juegoteca ha producido modificaciones saludables y positivas para sus destinatarios según sus propios puntos de vista.
Área Programática del Hospital Piñero. GCBA.
Desarrollo de la experiencia
Facilitar la posibilidad de jugar es brindar salud. La Juegoteca en la Sala de Espera del CeSaC 14 es un espacio pensado y construido para cumplir este objetivo. Hace diez años aproximadamente, desde esta institución pública, se lleva a cabo esta práctica instituyente que busca el acercamiento de la comunidad al disfrute del juego.
La juegoteca presenta un encuadre rígido e inamovible, en cuanto a su constancia y permanencia, pero tiene un carácter dinámico dado a que su construcción se va produciendo en cada encuentro.
El equipo que la conduce y coordina está integrado por profesionales de diferentes campos de formación dentro del ámbito de salud y desde su creación, en 1999, ha ido variando a través del tiempo, al igual que la población que acude a la misma.
Cada encuentro es repensado, analizado y discutido. La Juegoteca como dispositivo es constantemente monitoreado, lo que contribuye a su flexibilidad y dinamismo permitiendo, además de la articulación de concepciones teóricas con la práctica.
Desde el comienzos, se ha buscado que la comunidad se apropie de este espacio, que entienda a la institución pública integrándola al ejercicio de sus derechos, promoviendo un rol activo, protagonista y buscando crear verdadero compromiso.
Acercar el juego a la comunidad es una tarea tan gratificante como dificultosa. Tanto las características de la población, que frecuentan el centro de salud, como el contexto histórico social, hacen necesario un replanteo constante de cómo llevar adelante el proyecto, sostenerla y poder alcanzar los objetivos propuestos.
La modalidad que se ha elegido y que da identidad a la juegoteca en la sala de espera se enmarca en el juego libre: “jugar por jugar”, ofreciendo para ello una variedad de juegos reglados y la posibilidad de relacionarse con ellos de la manera en que los niños, y en muchas oportunidades los adultos, lo necesiten.
Así, juego y salud confluyen en un tiempo y espacio determinado, un tiempo y espacio público y comunitario que existe y se recrea con la demanda que se va generando en cada encuentro.
Hasta aquí, se considera que a través de todo este tiempo de existencia de la Juegoteca, con mayor o menor dificultad, se han cumplido los objetivos propuestos. La Juegoteca en la Sala de Espera es un espacio instalado tanto en la institución como en la comunidad. Aproximadamente cuarenta y cinco niños, acompañados por adultos, acuden cada vez, demandan juegos determinados, el material es cuidado, los profesionales son consultados y el proyecto tiene su reconocimiento tanto dentro como fuera de la institución. En este contexto se puede decir que “Juego y Salud van de la mano”, como lo enuncia el Programa “Juegotecas en Salud” donde está integrado este proyecto.
Hoy quienes llevan a cabo La Juegoteca, tras un análisis de todo este tiempo trabajado, de logros y no logros, de la realidad social de la comunidad y la institución, han visualizado la necesidad de plantear un nuevo objetivo.
Los niños deben jugar en la casa, en la escuela, en las plazas y en todo lugar posible. En algunos casos, detectamos que la existencia de la Juegoteca en Sala de Espera provocó la delegación del juego desde la casa hacia el Centro de Salud, como una función más que deberían cubrir las instituciones del Estado. Esto es un efecto “no deseado”, y consideramos que tenemos la oportunidad de poder revertir este concepto mediante el nuevo proyecto “Jugar en Casa”.
Se quiere reafirmar el rol de los padres y la familia en la educación de sus niños, y al llevar el juego a las casas queda claro el mensaje, colocando a la actividad lúdica dentro de los hogares, donde siempre debería estar presente.
Seguir construyendo este proyecto habilita esta posibilidad de que la Juegoteca en la Sala de Espera se proponga en esta etapa facilitar y promover el hábito del juego “en casa y con la familia”. El desafío es lograr que pueda desarrollarse un hábito saludable en el ámbito de la vida cotidiana familiar.
A partir de Enero del 2009 , comenzamos con el préstamo de juegos y libros a los hogares. Para promocionar esta nueva actividad colocamos carteles en la entrada del centro de Salud y en el interior. Eso fue suficiente para que se conozca y reconozca su existencia.
Si bien, esta modalidad “ambulante” surge nuevamente por la dificultad de jugar en el Centro de Salud” , vemos cómo paulatinamente cobra valor propio. Por los relatos de las familias participantes notamos que la presencia de un juego nuevo en la casa moviliza a toda la familia. Convoca a Juntarse, compartir momentos agradables entre los diversos miembros de la familia y amigos.
El dispositivo va generando los siguientes mensajes: “Jugar vale al pena” “Jugar nos hace bien”, “Los adultos también pueden jugar”. Esta modalidad conduce a la implicación del adulto, desde el momento en que para llevar un juego deben venir a solicitarlo personalmente. Observamos que, en general, es la madre la que concurre, y, en algunos casos, algún padre o abuelo.
El momento de dar el juego es una ocasión de conocer a la familia, ver quién puede liderar el juego y transmitirlo al resto de la familia. La entrega del material se convierte en un encuentro vivencial, dado que la manera de “mostrar” el juego es jugando con los que han concurrido a solicitar el juego. No se trata de una explicación teórica, sino eminentemente lúdica, jugando el o los profesionales intervinientes con el adulto y niño o niños presentes.
Es función de los profesionales además agregar información acerca de los beneficios del jugar, y de las características particulares de ese juego, en lo que respecta a las funciones intelectuales y socio afectivas que moviliza. Esto se hace en un lenguaje accesible y claro, acentuando siempre la importancia de que el juego es para jugar y divertirse.
Objetivo general
Transmitir el valor del juego reglado para le vida social, afectiva e intelectual.
Objetivos específicos
Facilitar el acceso a los juegos reglados
Acompañar la demanda y el interés de cada familia en esta propuesta
Comunicar el valor social cultural de jugar en casa
Recursos
Se realiza a través del préstamo de juegos reglados y libros, disponiendo de los materiales con que ya contaba La Juegoteca, y lo mismo sucede con el recurso humano, que son los profesionales que hasta ahora la coordinaban.
Rol del coordinador
Es importante que quien entregue el juego sea un profesional relacionado al área de lo Social y/o de la salud mental. Ese breve encuentro que se produce con la familia tiene un algo valor diagnóstico y terapéutico. Es frecuente que las personas que vienen en forma reiterada comienzan a relatar aspectos de su vida, comentan problemas familiares, de vivienda, o de trabajo. También consultan sobre la posibilidad de solicitar algún tratamiento en caso de ser necesario.
La escucha o visión especializada se pondrá en práctica desde el momento de recibir a la familia, captar los roles, características de cada uno y del grupo familiar que concurre.
Es necesario para los coordinadores conocer la amplia variedad de juegos existentes y haberlos experimentado para poder ofrecerlos y jugarlos en ese breve encuentro. Bien sabemos que no podemos ofrecer lo que no poseemos o no conocemos, por eso es necesario sostener reuniones de equipo con tiempo dedicado al juego. También los integrantes del equipo pueden llevar juegos a sus hogares para jugar con sus familiares o amigos, del mismo modo que le proponemos a la comunidad que asistimos.
Evaluación
Cada vez que una familia se lleva un juego a su casa, esto es registrado en un libro de préstamos y al mismo tiempo en la historia clínica del solicitante. Se requiere tener historia clínica abierta en el Centro de salud, sin importar en qué especialidad se atienda.
Cuando lo devuelve se le pregunta acerca de lo sucedido con la presencia de ese material en el hogar, indagando quiénes jugaron, cuánto tiempo le dedicaron, si vinieron visitas exclusivamente a jugar y lo que vaya surgiendo del relato de los que hayan venido a traer el juego
La implementación de esta propuesta y su evaluación serán objeto diagnóstico, al igual que el análisis del proceso que va desde los comienzos de la juegoteca en la sala de espera hasta hoy, para realizar una posterior investigación de carácter participativo, que permita conocer si realmente se ha instalado la práctica del juego como hábito saludable en esta comunidad.
Se buscará conocer si la existencia de la juegoteca ha producido modificaciones saludables y positivas para sus destinatarios según sus propios puntos de vista.
Facilitar la posibilidad de jugar es brindar salud.
La Juegoteca en la sala de Espera del CeSaC 14
con sus diferentes variables
es un espacio pensado y construido
para cumplir este objetivo.
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